La actual crisis económica ha
subrayado la pérdida de valores en la sociedad occidental resaltando el
materialismo, la indiferencia o la falta de metas personales. Sin embargo,
también nos marca la oportunidad de renovar la sociedad desde una perspectiva
cuántica.
Así, se podría asumir una
sociedad viva en la que los ciudadanos pasan de ser elementos aislados, a
formar parte activa de una comunidad flexible y dinámica, formando una red
global mediante nuevos vínculos. En esencia, haciendo de cada persona la
protagonista.
Un tipo de civilización donde
cada persona influya y construya su propia realidad social, aportando un matiz
diferente al resto y dando origen a una sociedad multidimensional; donde se
atienda a todas las realidades que provoca cada hecho desde una perspectiva
holística, incidiendo en su capacidad de adaptación ante los cambios, en vez de
asentarse sobre enfoques rígidos e inmovilistas.
Es por ello que, como en la
teoría del “efecto mariposa”, el universo y las distintas voluntades de los
actores condicionarán los sucesos surgidos en el mundo, ofreciendo a cada
persona una nueva perspectiva y una visión hacia múltiples direcciones.
Raúl Vaquerizo Luna
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