La neurociencia exige, al igual
que otras disciplinas, un límite moral mucho más estricto que otras materias en
auge actualmente. Sin duda, los avances que se han producido en neurociencia en
los últimos años nos aportan una visión muy útil de lo que ocurre en nuestro
cerebro y su aplicación en múltiples materias resulta hoy imprescindible. En
vista de esta nueva realidad surge la neurociencia
de la ética, una disciplina que pretende construir un nuevo sistema ético
siguiendo la estela de los avances neurocientíficos.
Esta nueva neuroética nos plantea
ambiciosos retos y nos invita a cuestionar los conflictos morales al verificar
nuestra respuesta con una imagen cerebral. Ante una situación compleja o
comprometida podemos tener varias opciones y como seres aparentemente libres elegiremos aquella opción que consideremos
éticamente válida, pero, ¿cómo respaldará nuestro cerebro esa decisión? ¿Qué base
cerebral se esconde tras esa moralidad?
La neuroética nos genera, y al
mismo tiempo soluciona, multitud de interrogantes con aplicación práctica en
nuestro día a día. Tenerlos muy presentes nos permitirá actuar de forma
responsable y liderar nuestros proyectos siendo fieles a nosotros mismos y a
nuestro cerebro.
Fabiola García.
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