Desde hace tiempo el termino
“neurociencia” viene tronando en nuestros oídos con inusitada frecuencia, casi
tanto como oír hablar de economía. Pero
a lo que nadie se ha acostumbrado es a que ambas se entremezclen.
Si ya cuesta entender qué es eso
de la neurociencia, encima le añadimos la economía, la cual tampoco consigue
reunir numerosos adeptos, lo cual no me extraña; siempre la he considerado como
la ciencia con mejor capacidad de predecir el pasado.
Habrán oído ustedes decir aquello
de “nueve de cada diez dentistas opinan…”. Pues bien, si oyen que nueve de cada
diez economistas coinciden…, resguárdense en sus casas, bajen persianas,
acopien alimentos, porque el fin del mundo está próximo. Yo, al menos, lo
haría.
Está claro que la inmensa mayoría
no pertenecemos a esa clase de prodigios intelectuales que se ven capacitados
para pensar por los demás. Tan claro como que yo tampoco estoy dispuesto a
permanecer impasible en el lado borreguil.
Cómo salir de ese estado
alienante…, no es fácil, cierto. Y es justamente aquí donde entra esta nueva
fuente de conocimiento llamada Neuroeconomía, ya que nos permite pasar del
concepto de individuo sobre el cual una élite nos maneja a su antojo como masa
descerebrada, a un concepto de persona donde cada uno tomamos el pleno control
de nuestra potencialidad humana en la medida en que la ciencia nos avala
conocer limitaciones, fortalezas, perfiles, mapas neurológicos, etc., es decir,
como personas descubrimos el SER. A partir de aquí las posibilidades son
infinitas, ya que en la medida en que nos hacemos transparentes a nuestra
consciencia entendemos el qué, el porqué y el para qué de nuestras acciones.
Algo así como decía aquella canción: I have the power.
Les invito a comenzar una
singladura en la que descubrir no tanto cómo nos engañan ciertos lumbreras
economistas, sino cómo nosotros podemos aportar grandes avances a la ciencia
económica, que tanto necesita volver a interpretar el ser humano como persona,
no como individuo. Vamos allá.
LUIS A. ABAD
No hay comentarios:
Publicar un comentario