NEUROCIENCIA, EMPRESA Y MARKETING por Dra. Lucía Sutil

lunes, 25 de marzo de 2013

¿HACIA QUE MODELO DE EMPRESA VAMOS?


Gary Hamel en “El futuro del management” (2008) argumenta cómo los modelos de gestión del pasado están languideciendo y ya no funcionan. Efectivamente, quién más y quién menos estamos viendo que en nuestras empresas (antiguas o actuales) los modelos de gestión basados en el control, planificación rígida y protección no están funcionando como cabría esperar y muchos hemos vivido o conocemos a alguien cuya empresa ha realizado una reestructuración de personal.
Sin embargo, en el lado opuesto, a poco que leamos prensa o blogs, escuchemos radio o veamos televisión; podemos percibir un fuerte impulso al emprendimiento de todo tipo (tecnológico, social, ambiental, femenino, joven, etc.). Si se indaga un poco más, las personas que se lanzan a emprender, transmiten ilusión, perseverancia, seguridad, etc. Y además, no sólo eso, sino que muchas nuevas empresas están creciendo y contratando personal ¿Qué está ocurriendo? ¿Qué ha cambiado?
Humildemente, me voy a atrever a apuntar algunos de estos cambios:

·       Estamos viviendo en un contexto de alta incertidumbre
·       La sociedad demanda una dimensión más humana y con mayor conciencia social de las empresas
·       La información es abundante y se consigue rápidamente
·       Combinamos el mundo offline y online
Ante estas y otras realidades (en las que no entraremos en este post), el estilo de gestión clásico está cambiando, sobre todo en el caso de nuevas empresas, hacia un modelo de mucho menor control y planificación. Así, el hecho de que, por ejemplo, abunde la información y ésta sea rápidamente fácil de conseguir ha puesto de manifiesto que el gran recurso escaso han sido LAS PERSONAS y sus propios valores intrínsecos ya que son éstas las que dotan de sentido a la empresa. En coherencia con los intereses y valores personales, los directivos de están nuevas empresas indagan en su propia identidad para conseguir su realización personal así como la de sus colaboradores. Dejan atrás las organizaciones piramidales para dar paso a organizaciones horizontales formadas por personas que comparten una identidad común, que cultivan la confianza, comparten ideas y proyectos, viven la democracia real y donde cada individuo es plenamente responsable de sus decisiones.
Vamos entonces, hacia un modelo de empresa en el que las personas persiguen su autorealización personal, en el que el valor monetario ya no es la única motivación sino más bien una voluntad de servicio y de cambio para mejorar nuestra vida personal y la de los demás.
Me gustaría acabar recordando que no es un momento de crisis; sino un momento de cambio y a cada uno, de manera individual, le corresponde decidir si quiere formar parte de él o seguir en los viejos paradigmas. Recordemos que el pasado no va a volver y el futuro está por construir. ¿Te apuntas al cambio?

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