Ante una
situación en la que nos enfrentamos a un acontecimiento que nos produce temor,
no sabemos cómo reaccionaremos. En esta época que nos ha tocado vivir de cambios permanentes,
el ser humano siempre se ha preocupado por adaptarse a la realidad y
sobrevivir. Ya, nuestros antepasados nos lo enseñaron . Ante la incertidumbre aparece el miedo
provocándonos un bloqueo. Momento en que el cerebro instintivo (el más antiguo)
entra en función y nos activa los mecanismos de supervivencia. Toma las riendas
de nuestra conducta el inconsciente manteniendo al margen a la voluntad e
intelecto. Tenemos reacciones primarias de bloqueo, huida o ataque.
Esta situación
de miedo también se vive en las empresas actualmente, donde la crisis amenaza
con quiebras empresariales y despidos de los empleados.
Las
neurociencias explican el circuito del miedo de la siguiente manera: Ante el
estímulo la razón nos abandona y toma el control del cerebro el sistema
emocional (límbico) que como se ha explicado anteriormente, la información la
recibe primero, debido a la rapidez de la velocidad de información. El sistema
límbico invade y bloquea a la corteza prefrontal, que es la encargada las funciones operativas.
El resultado es que el individuo se bloquea y desorganiza la conducta, lo que
lleva a una destrucción de la motivación.
Si le damos la
vuelta a la situación y en vez de miedo, la vivenciamos como oportunidades que
se nos brindan, se activa en nuestro cerebro el circuito responsable de la
motivación, que excluye el miedo; liberando así, el bloqueo que se nos produce
y abriéndolo a procesos creativos.. Con este cambio de postura, activaremos el
circuito cerebral responsable de la motivación, que excluye el miedo. De esta
manera, podemos poner en marcha nuestro liderazgo, aceptamos la incertidumbre.
Liberando así, el bloqueo que se nos produce en la mente y abrimos los procesos
creativos. Y si finalmente, no podemos aceptar lo que nos viene, siempre
tendremos la oportunidad de cambiarlo.
La mejor
manera de manejar, controlar y dominar la incertidumbre, es dirigirla. Si no sé
lo que va a suceder sí puedo yo provocar lo que quiero que suceda y así tengo
la dirección de los hechos. Sirva de ejemplo cómo en una época determinada que
la demanda solicitaba tiendas de videoclub, proliferaban en nuestra ciudad,
posteriormente la demanda fue de locales de cambio de dinero y se cambiaba de
negocio, etc. Si no me va bien con un negocio, me anticipo y antes de fracasar
y cerrar lo cambio por otro que la sociedad demanda.
VIVIR antes que SOBREVIVIR siempre y buscar LA BELLEZA como antídoto, priorizando LO TRASCENDENTE a lo mundano. Gracias Lucía x ayudarnos en la reflexión. Ilustro lo dicho: http://www.youtube.com/watch?v=COq_6Ekse_Q
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