NEUROCIENCIA, EMPRESA Y MARKETING por Dra. Lucía Sutil

domingo, 3 de marzo de 2013

¿LOS INCENTIVOS ELEVADOS INCREMENTAN LA PRODUCTIVIDAD LABORAL?

Es lógico pensar que si nos ofrecen un elevado incentivo en nuestro trabajo la motivación se elevará e incrementaremos nuestra productividad. ¿Pero realmente sucede esto? ¿Es lo que se plantearon en el mundo financiero los grandes bancos y cajas de ahorros en la primera década de siglo XXI? Para dar respuesta a esto el economista Dan Ariely y colaboradores se plantearon evaluar la rentabilidad del recurso a los incentivos financieros para incrementar el rendimiento (Dan Ariely, Uri Gneezy, George Loewentein y Nina Mazar, "Large Stakes and Big Mistakes", The Review of Economic Studies 76, vol. 2 (2009), pp. 451-469).
Concretamente lo que querían comprobar es que si se ofrecían primas muy elevadas a un directivo se incrementaba el rendimiento. Esperaban, basándose en la lógica, que a mayor recompensa, mayor motivación y mayor rendimiento. Aunque, no descartaban el resultado contrario. Les pidieron a un grupo  de directivos financieros la siguiente propuesta: resolver unas tareas cognitivas que requerían creatividad, concentración, memoria y capacidad para resolver problemas. Si estas las realizaban correctamente recibían un incentivo económico.
Dividieron a los directivos en tres grupos en función de la cantidad de incentivos recibidos de la siguiente manera:
  • Grupo A: Se les ofrecía un incentivo pequeño, equivalente a un día de trabajo de su salario habitual.
  • Grupo B: Se le ofrecía un incentivo mediano, equivalente a dos semanas de su salario habitual.
  • Grupo C: Se les ofrecía un incentivo muy alto, equivalente a cinco meses de su salario habitual.
Los resultados indicaron que a los directivos que recibieron el incentivo muy alto (Grupo C), obtuvieron un rendimiento muy bajo. Mientras que el grupo B (incentivo medio), fueron los que más incrementaron su rendimiento. De igual forma este resultado fue similar con el grupo A.

Concluyeron que " Usar dinero para motivar a las personas es un arma de doble filo. Los incentivos bajos o moderados pueden resultar útiles en el caso de tareas que requieren capacidad cognitiva. Pero cuando el incentivo es muy elevado puede desviar la mayor parte de la atención y, por lo tanto, distraer la mente de la persona con fantasías sobre la recompensa. Esto puede generar estrés y acabar reduciendo el nivel de rendimiento".
¿Es esto lo que ha sucedido a los dirigentes de las Cajas de Ahorros en estos tiempos? ¿Tendrían que tener los grandes financieros en cuenta los resultados de este experimento?

1 comentario:

  1. En mi opinión, tanto grandes financieros como otro tipo de directivos en otros sectores deberían tener en cuenta los resultados de este experimento. Queda patente, pues, que no es solamente el dinero lo que motiva a las personas; afortunadamente, buscamos otro tipo de incentivos, más "humanos" y satisfactorios desde el punto de vista personal.
    ¡Interesante!!!

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