NEUROCIENCIA, EMPRESA Y MARKETING por Dra. Lucía Sutil

domingo, 5 de mayo de 2013

MANTENER ALTA LA ENERGÍA VITAL

Si partimos de la premisa que el ser humano está compuesto principalmente de energía, como el universo, por tanto se somete a las mismas leyes que éste. Bajo este prisma es importante tener en cuenta los resultados de las investigaciones del Institut HeartMath desde 1993 que apuntan a que el corazón humano es la fuente de energía primaria para el sistema mente-cuerpo. El corazón es el que genera la señal electromagnética más potente en el cuerpo humano, esta fuerza esta en función de los pensamientos y las emociones.

Las emociones positivas (amor, compasión, esperanza, alegría, cuidados, agradecimiento, etc) incrementan las ondas electromagnéticas del corazón y mejoran la relación mente-cuerpo lo que hace que nos sintamos más vitales, con más energía para enfrentarnos a la vida. Mientras que emociones negativas como el miedo, la ira, la frustración, el conflicto y el estrés disminuyen las ondas electromagnéticas del corazón y la relación que existe entre estos, provocando en nuestro cuerpo una pérdida de energía vital.

Estas investigaciones sólo confirman lo que ya intuíamos. Las emociones positivas nos dan más energía vital mientras que las negativas nos llevan a estados desenergetizados.

En el ámbito laboral, el estrés, los conflictos, el miedo a la incertidumbre, y el desgaste suelen ser lo que predomina provocando así la pérdida de energía en poco tiempo, llegando al debilitación y en algunos casos a la pérdida de salud. Condiciones que el empresario no se puede permitir. Por tanto, el desarrollo de esta competencia es muy importante porque del nivel de energía vital que tenga le va a permitir funcionar con un grado adecuado o inadecuado en sus tareas cotidianas. El directivo tiene que tomar conciencia de su salud, cuidar de ella y gestionar sus emociones positivamente.

Ante un problema, saber gestionar el número de estímulos externos que le rodean con una estabilidad interna, con el fin de no agotarse y tener toda la energía suficiente para enfrentar el problema. Tener la visión clara para convertirlo en una oportunidad inigualable en su empresa. Si se focaliza en los aspectos positivos de sus experiencias, las ondas electromagnéticas del corazón estarán en armonía y coherencia con las de su cerebro, lo que le proporciona un estado mental de claridad, con el que podrá observar las oportunidades que le ofrece el problema, que de no encontrarse en ese estado de claridad y de baja energía nunca podrá ver.

El desarrollo de esta competencia tiene un gran impacto en temas como la motivación, el cansancio , el estrés, y la satisfacción laboral ya que permite que los directivos se liberen de la dependencia colectiva de recompensas externas y asumen plena responsabilidad personal de llevar a cabo su tarea exitosa.

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