NEUROCIENCIA, EMPRESA Y MARKETING por Dra. Lucía Sutil

lunes, 8 de octubre de 2012

EL SECUESTRO AMIGDALAR: EL RETO DEL AUTODOMINIO DE UN NEUROMANAGER.


EL SECUESTRO AMIGDALAR: EL RETO DEL AUTODOMINIO DE UN NEUROMANAGER.

Uno de los principales retos a los que se enfrenta el neuromanger  está compuesto por dos piezas claves que componen el autodominio. Estas son un alto nivel de conciencia y la optima gestión de  sus estados internos. Ambas son las responsables de que su rendimiento laboral sea excelente; lo que el Dr. Goleman denomina un “ejecutivo estrella”.

Los últimos avances de la neurociencia, nos permiten conocer los circuitos cerebrales responsables del autodominio personal.  “La autorregulación de las emociones y los impulsos depende en gran medida de la interacción entre el cortex prefrontal derecho y la zona derecha de la amígdala”. La interacción entre estas dos áreas del cerebro generan una vía nerviosa, la base del autodominio. Cuando estas dos zonas están en equilibrio, controlamos la situación, pero si detectamos una amena como por ejemplo, recibir por parte de un superior un trato injusto, ser objeto de condescendencia y falta de respeto, sentir que no somos escuchados, recibir un trato injusto, o encontrarnos que hay que entregar un proyecto en una fecha poco viable.  En estas ocasiones se pierde el equilibrio entre el cortex prefrontal y la amígdala, tomando el mando ante la alerta la amígdala, dando lugar a un “secuestro amigdalar”.

El secuestro toma los mandos de nuestra atención, enviándola hacia el estímulo peligro. En este momento, se deteriora la capacidad de concentración, perdiendo ésta, sólo nos podemos concentrar en el estímulo secuestrador y no en nuestro trabajo, llegando a agobiarnos sólo con pensarlo. Así mismo, la memoria se dirige a los recuerdos relacionados con la amenaza y nos olvidamos de la tarea que estamos realizando. En estos momentos tendemos a apoyarnos en nuestros viejos hábitos, y somos incapaces de aprender algo nuevo, y lo que es más no podemos ser creativos ni flexibles.

¿Cómo podemos detectar que estamos padeciendo un secuestro amigdalar? Muy sencillo, es ese cosquilleo que sentimos en el estómago ante determinadas situaciones. En esos momentos, hay que poner conciencia en lo que sucede para remediarlo.

PD. Para profundizar en el tema os recomiendo este artículo : "Amigdala, corteza prefrontal y especializacion hemisferica en la experiencia y expresion emocional" http://www.um.es/analesps/v20/v20_2/05-20_2.pdf

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