NEUROCIENCIA, EMPRESA Y MARKETING por Dra. Lucía Sutil

lunes, 24 de septiembre de 2012

RESISTENCIA AL CAMBIO Y NEUROMANAGEMENT.


Actualmente nos encontramos en la era del cambio, donde éstos son los protagonistas cotidianos de nuestra sociedad. Todos hemos sufrido las dificultades que tenemos para realizarlos, por lo que es importante conocer los mecanismos cerebrales que se ponen en marcha en ellos, las resistencias que aparecen ante la simple idea de cambiar, la dificultad que manifestamos ante el abandono de la zona de comodidad, aún, cuando nos encaminemos a la propia construcción de futuro.

Uno de los hallazgos de gran importancia para el neuromanagement tiene que ver con las investigaciones relacionadas con el papel que juega el funcionamiento de los ganglios basales y el funcionamiento de la memoria en los cambios.
Hoy en día se sabe que una gran dificultad para cambiar está relacionada con la memoria de trabajo, ya que el pensamiento tiende a comparar la información nueva con la antigua que ya tenemos en el cerebro.

En efecto, por ejemplo, cuando en una junta de accionistas se presenta un nuevo proyecto de inversión, los socios tienden a efectuar contrastaciones; sus cerebros estudian la nueva información para compararla con la que ya tenían. En este proceso lo que sucede es que se activa la corteza prefrontal, que se caracteriza por una alta intensidad de energía. A su vez, se activan los ganglios basales, responsables de priorizar con la opciones que nos encaminaron hacia el éxito en el pasado, en lugar de explorar nuevas alternativas. Esta forma de actuación es una manera de ahorrar energía que tiene el organismo y explica el porqué tendemos a mantenernos en la zona de confort, repitiendo viejos patrones que ya nos surtieron buenos resultados anteriormente.

La resistencia al cambio explicada desde las neurociencias nos muestra cómo ante la exposición de un nuevo estímulo en la corteza órbito frontal, aparece una gran actividad de consumo de energía. Como ésta a su vez está conectada con el circuito del miedo, ubicado en el sistema límbico, el vislumbrar un cambio importante activa la región prefrontal que es lo que provoca que nos sintamos cansados o agresivos. No obstante, teniendo en cuenta la neuroplasticidad del cerebro, es decir, su facilidad para crear nuevas conexiones neuronales, podemos adaptarnos a los cambios. Cuando nos vemos en la tesitura de tener nuevas responsabilidades por un ascenso en el puesto de trabajo, al principio nos cuesta mucho desempeñar nuestras obligaciones, pero poco a poco nos adaptamos hasta sentirnos satisfechos con lo que hacemos.

1 comentario:

  1. Concordando absolutamente con la Dra. Sutil, discrepo sutilmente. Cuando se dice época de cambios, no hacemos mayor diferencia con lo que ha pasado SUTILmente desde la puesta en escena del homo sapines. Me temo que estamos ante un CAMBIO DE EPOCA que irá preparando el camino del NEURO-SAPIENS.

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