NEUROCIENCIA, EMPRESA Y MARKETING por Dra. Lucía Sutil

domingo, 27 de enero de 2013

EMPRESA Y EMPRESARIOS ¿ CON O SIN CONCIENCIA?


El marco y la estructura de la sociedad industrial-mecanicista están siendo desplazados por formas tan diferentes como las que experimentó la humanidad durante la transición de la sociedad medieval a la moderna.
La nueva fuente de riqueza en el tejido empresarial es el saber, el conocimiento humano incorporado en el ser humano. Dicho saber debe ser anexionado a cualquier otro factor tradicional de producción, comercio, trabajo y capital.
Estamos entrando en una era completamente diferente a las anteriores. El gran cambio está marcado por la transición entre las creencias de la sociedad industrial caracterizada por supuestos mecanicistas y las de la sociedad del conocimiento vivo, como sinónimo de saber.
Ya no es suficiente con acumular información o conocer, ahora es necesario saber.
La diferencia estriba en que estar informado es adquirir conocimientos "desde fuera", es decir, conocimientos prestados, mientras que saber significa incorporar el conocimiento cambiándonos consecuentemente a nosotros mismos y mutándose ese conocimiento en sabiduría. Y, ¿cuál sería la diferencia? La respuesta es clara, la sabiduría lleva implícita un estado mental más equilibrado, tranquilo y satisfactorio en el que los estados de ansiedad, insatisfacción y presión no tienen fácil cabida. Además la sabiduría es mucho más operativa que el mero conocimiento.
Dicho de otro modo, la sabiduría, a través de la comprensión del conocimiento, sí es capaz de cambiar a una persona, el conocimiento por sí mismo, no.
Hay que comprender que no estamos, como algunos pensadores suponen, simplemente ante una actualización de la tecnología.
El saber implica un cambio en la propia persona, una evolución del ser.
Pero no se puede hablar del “saber” sin tener conciencia. Y curiosamente, el ser humano, y en este caso concreto, el directivo u operario, menos del 2% de las operaciones mentales que vivencia son conscientes.


El Dr. Kofman, prestigioso economista, propone la idea de la empresa y empresario consciente, donde apunta la importancia que tiene para el directivo estar atento al mundo interior, sin dejar de perder de vista al mundo exterior. Esto le permite adaptarse y actuar para potenciar su vida, y con ello fluir en el devenir de su empresa.
Denomina así a la empresa consciente, como la organización “donde las personas tienen los objetivos alineados con sus valores de  servir al mundo y obtener a cambio de ese servicio la energía necesaria para seguir subsistiendo y crecer. Favoreciendo el desarrollo de la consciencia”.

1 comentario:

  1. Muy buen artículo.

    El mundo del empresario es bastante incomprendido y la verdad como no se enseña en las escuelas se piensa que son explotadores y abusivos con los empleados, pero la verdad es que para ser empresario se necesita tener una serie de buenas cualidades que no las tiene cualquiera.

    En un artículo que escribí hace poco, detallo las 10 diferencias entre un verdadero empresario y una persona que sueña con hacer una empresa.

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