Los economistas tampoco se libran de
la influencia de la neurociencia en su campo. En este siglo XXI empiezan a
tener en cuenta el funcionamiento del cerebro ante un estímulo financiero.Los expertos en economía han ampliado
las fronteras de su ámbito de investigación sobre modelos económicos, buscando
en otras áreas de la ciencia argumentos con los que alimentarse.Y han descubierto nuevas bases
analíticas con las que poder prever los comportamientos, los sentimientos o las
intuiciones de los individuos en la toma de decisiones comerciales y
económicas, dando lugar a un nuevo campo de estudio llamado "Genoeconomía".
El objetivo principal de "la genoeconomía" consiste en estudiar cómo las diferencias genéticas individuales pueden
influenciar, a través de su interacción con el ambiente y el comportamiento económico
humano.
Esta disciplina comenzó a mediados del
siglo XX, cuando, en los estudios clásicos de gemelos, se empezaron a
considerar algunos caracteres (llamados “fenotipos” en términos técnicos)
relacionados, directa o indirectamente, con la economía (Jobling y col. 2004;
Benjamin y col. 2012). Estas investigaciones apuntaban contribuciones genéticas
relativamente importantes a fenotipos como los ingresos, el cociente intelectual,
el nivel educativo, la tendencia a afrontar riesgos, el comportamiento emprendedor
y muchas otras características socio-económicas (Martin y col. 1997; Boonsma y col. 2002; Bouchard y col. 2003; Bouchard 2004).
Estos estudios ayuda a contextualizar décadas
de investigación en genética del comportamiento y neurociencia. Por ejemplo,
los niveles en sangre de determinadas hormonas, como la testosterona o la
oxitocina, se han correlacionado con el comportamiento de los participantes en
juegos económicos (Kosfeld et al. 2005; Aan het Rot y col. 2006). Así pues,
tiene sentido plantearnos la hipótesis de que los individuos con diferentes
niveles basales de ciertas hormonas (niveles que, ciertamente, están bajo la influencia
de los genes) pueden tener tendencia a mostrar diferentes comportamientos
económicos en determinados experimentos.
Podemos decir que el emprendedor ¿nace
o se hace?, ¿desde la aplicación de la neurociencia, biología y la conducta
humana se puede colaborar al desarrollo de las personas emprendedoras, facilitándoles
la labor?
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